Acto de Reparación al Sagrado Corazón de Jesús

Acto de Reparación al Sagrado Corazón de Jesús

Oh Sagrado Corazón de Jesús, animado por el deseo de reparar los indignos que se te ofrecen sin cesar, nos postramos ante Tu trono de misericordia y, en nombre de toda la humanidad, prometemos nuestro amor y fidelidad a Ti.

Cuanto más blasfemados sean tus misterios, más firmemente los creeremos, ¡Oh Sagrado Corazón de Jesús!

Cuanta más impiedad se esfuerce por extinguir nuestra esperanza de inmortalidad, más confiaremos en Tu Corazón, ¡la única Esperanza de la humanidad!

Cuanto más resistan los corazones a tus atracciones divinas, más te amaremos, ¡Oh, infinitamente amable Corazón de Jesús!

Cuanto más la incredulidad ataque a tu Divinidad, más humilde y profundamente la adoraremos, ¡Oh, Divino Corazón de Jesús!

Cuanto más se transgredan e ignoren tus santas leyes, más nos deleitaremos al observarlas, ¡oh Santísimo Corazón de Jesús!

Cuanto más se desprecien y abandonen tus sacramentos, más frecuentemente los recibiremos con amor y reverencia, ¡Oh, más generoso Corazón de Jesús!

Cuanto más se descuide y se olvide la imitación de Tus virtudes, más nos esforzaremos por practicarlas, ¡Oh Corazón, modelo de toda virtud!

Cuanto más trabaje el diablo para destruir las almas, más seremos inflamados con el deseo de salvarlos, ¡Oh, Corazón de Jesús, celoso Amante de las almas!

Cuanto más el pecado y la impureza destruyan la imagen de Dios en el hombre, más trataremos de ser un templo viviente del Espíritu Santo, ¡Oh Corazón de Jesús!

Cuanto más se desprecia a tu Santa Iglesia, más nos esforzaremos por ser sus hijos fieles, ¡Oh, Dulce Corazón de Jesús!

Cuanto más perseguido sea Tu Vicario en la tierra, más lo honraremos como la cabeza infalible de Tu Santa Iglesia, mostraremos nuestra fidelidad y oraremos por él, ¡Oh, corazón real de Jesús!

Oh Sagrado Corazón, a través de Tu poderosa gracia, que podamos llegar a ser Tus apóstoles en medio de un mundo corrompido, y ser Tu corona en el reino de los Cielos. Amén.

LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

V/ Señor, ten piedad de nosotros.

R/ Señor, ten piedad de nosotros.

V/ Cristo, ten piedad de nosotros.
R/ Cristo, ten piedad de nosotros.

V/ Señor, ten piedad de nosotros.
R/ Señor, ten piedad de nosotros.

V/ Dios, Padre celestial,
R/ ten piedad de nosotros.

V/ Dios Hijo, Redentor del mundo,
R/ ten piedad de nosotros.

V/ Dios Espíritu Santo,
R/ ten piedad de nosotros.

V/ Trinidad Santa, un solo Dios,
R/ ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María, ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo de Dios,ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo,
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor,
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor,
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y la ciencia,
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad,
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus complacencias,
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todo hemos recibido,
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, saciado de oprobios,
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos,
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza,
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores,
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan,
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren y esperan,
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,

V/ Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R/ perdónanos, Señor.

V/ Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R/ óyenos, Señor.

V/ Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R/ ten piedad y misericordia de nosotros.

V/ Jesús, manso y humilde de corazón,
R/ haz nuestro corazón semejante al tuyo.

Oremos. Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad, te pedimos que al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oracion para alcanzar una buena muerte

María, dulce refugio de los pecadores,
cuando mi alma esté para dejar este mundo,
Madre mía, por el dolor que sentiste
asistiendo a vuestro Hijo que moría en la cruz,
asísteme también con tu misericordia.
Arroja lejos de mí a los enemigos infernales
y ven a recibir mi alma
y presentarla al Juez eterno.
No me abandones, Reina mía.
Tú, después de Jesús, has de ser
quien me reconforte en aquel trance.
Ruega a tu amado Hijo que me conceda,
por su bondad, morir abrazado a sus pies
y entregar mi alma
dentro de sus santas llagas, diciendo:
Jesus y María, os doy el corazón el alma mía

Fuente libro: Las Glorias de María de San Alfonso María de Ligorio

El Santo Rosario Completo

A continuacion intentare presentarles completo el santo rosario. Primero miraremos las oraciones que necesitamos saber

Oraciones a Utilizarse en el Santo Rosario Completo

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
El Credo:
Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo, Señor Nuestro, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos el perdón de los pecados la resurrección de la carne y la vida eterna.
El Padre Nuestro:
Padre nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.
El Ave Maria:
Dios te salve, María. Llena eres de gracia: El Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres. Y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
El Gloria: 
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos.
Oh Jesus mio:
Oh Jesús mío, perdóna nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia
La Salve:
Dios te salve, Reina y Madre, madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra: vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Al Finalizar el Rosario:
Oh Dios cuyo unigénito hijo con su vida, muerte y resurrección nos alcanzó el premio de la vida eterna, concédenos a los que recordamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen, por el mismo Jesucristo Nuestro Señor

Los 10 Mandamientos Catolicos

Los 10 Mandamientos Catolicos

Los diez mandamientos de la Ley de Dios son los siguientes, según la enseñanza de la Iglesia Católica:

  1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
  3. Santificarás las fiestas.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
  5. No matarás.
  6. No cometerás actos impuros.
  7. No hurtarás.
  8. No levantarás falso testimonio ni mentirás.
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
  10. No codiciarás los bienes ajenos.

Los 10 mandamiento de la ley de Dios se encuentran en el Antiguo Testamento de la Biblia, específicamente en el libro del Éxodo y en el libro del Deuteronomio. Son considerados la base moral de la ley de Dios para los cristianos y para toda la humanidad.

Los primeros tres mandamientos se refieren a la relación del hombre con Dios, mientras que los siguientes siete mandamientos se refieren a la relación del hombre con sus semejantes.

La Iglesia Católica enseña que seguir estos mandamientos no solo es un deber moral, sino también una fuente de bendiciones y gracia divina para aquellos que los obedecen.

Segun la Iglesia Católica los Diez Mandamientos son considerados como la base fundamental de la moral cristiana. Seguir estos mandamientos es un deber para todo cristiano, no solo por la obediencia a Dios, sino también por el bienestar de uno mismo y de la sociedad. La Iglesia Católica enseña que estos mandamientos no son solo reglas arbitrarias, sino que son la expresión del amor de Dios por su pueblo y su deseo de guiarlos hacia la felicidad y la plenitud de la vida.

Además, la Iglesia Católica enseña que la obediencia a estos mandamientos es una fuente de bendiciones y gracia divina para aquellos que los obedecen. Cuando seguimos los mandamientos de Dios, estamos abriendo nuestro corazón a su amor y a su voluntad, lo que nos permite experimentar una mayor paz interior, una conciencia limpia y la alegría de estar en sintonía con la voluntad de Dios. La gracia divina también nos ayuda a superar las tentaciones y obstáculos que enfrentamos en nuestra vida cotidiana.

La Iglesia Católica también enfatiza que, aunque es importante seguir los Diez Mandamientos, no podemos hacerlo por nuestra cuenta, sino que necesitamos la ayuda de Dios. Es por eso que la oración y la participación en los sacramentos son fundamentales para fortalecer nuestra relación con Dios y para recibir su gracia divina. Con la ayuda de Dios, podemos vivir una vida plena y significativa, siguiendo los mandamientos de amor y justicia que Él nos ha dado.

Gloria al Padre

El “Gloria al Padre” es una oración fundamental en la liturgia católica, y su uso se remonta a los primeros siglos de la Iglesia. La oración es una afirmación de fe en la Santísima Trinidad, y su estructura refleja la comprensión de la Iglesia sobre la naturaleza de Dios.

El texto completo del “Gloria al Padre” es el siguiente: “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.” Esta oración se divide en tres partes: una doxología (“Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo”), una declaración sobre el tiempo (“Como era en el principio, ahora y siempre”), y una afirmación sobre la eternidad (“por los siglos de los siglos”).

La doxología es una forma de alabanza común en la liturgia católica, y se encuentra en muchas otras oraciones y cantos. La afirmación sobre el tiempo y la eternidad es una expresión de la creencia de la Iglesia en la existencia atemporal de Dios, y su papel como creador y sustentador de todas las cosas.

En la Misa, el “Gloria al Padre” se reza al comienzo del Gloria, una oración que sigue la Confesión y Absolución y precede al salmo responsorial. En el Rosario, la oración se recita después de cada misterio, junto con el “Padre Nuestro” y la “Ave María”.

Además de su uso en la liturgia, el “Gloria al Padre” también se usa como una oración independiente, en momentos de adoración y reflexión personal. Su breve pero poderosa declaración de fe en la Trinidad lo convierte en una herramienta valiosa para los católicos que buscan fortalecer su relación con Dios.

La oracion del Gloria es la que se usa comúnmente en la Misa y otras liturgias católicas.

“Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.”

Hay una versión larga del Gloria que se usa en ocasiones especiales, como en la Vigilia Pascual. Esta versión es un poco más detallada y contiene algunas adiciones en la sección central. Aquí está el texto completo del Gloria largo:

“Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.

Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.”

El Gloria Oracion Completa

Oracion del Gloria

La Oración del Gloria es una oración catolica muy antigua, que se remonta a los primeros siglos de la Iglesia. Su forma actual se estableció en la Edad Media, y desde entonces ha sido una parte importante de la liturgia católica y de otras denominaciones cristianas. Esta oración es una forma de alabar y glorificar a Dios, reconociendo su grandeza y su amor por nosotros.

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

Credo Completo

El Credo Completo

El credo largo completo de los católicos es conocido como el Credo de Nicea-Constantinopla, que se utiliza en la liturgia de la Iglesia Católica durante la Misa y en otros servicios religiosos importantes.

El Credo, también conocido como el Símbolo de la Fe, es una declaración de las creencias fundamentales de la Iglesia Católica. El Credo es una afirmación de lo que los católicos creen en relación a Dios, Jesucristo, la Iglesia y la vida después de la muerte.

Credo Niceno Constantinopolitano Oracion vs El Credo de los Apostoles

El Credo se divide en dos partes: el Credo de Nicea-Constantinopla y el Credo Apostólico. El Credo de Nicea-Constantinopla fue formulado en el siglo IV como una respuesta a las herejías que estaban surgiendo en ese momento. Fue creado por los líderes de la Iglesia reunidos en los Concilios de Nicea y Constantinopla. El Credo Apostólico es una versión más corta que se remonta a los primeros siglos del cristianismo y es una síntesis de las enseñanzas apostólicas.

El Credo de los Apóstoles es una declaración de fe más corta que el Credo Niceno-Constantinopolitano y se considera que se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Este credo fue utilizado como una forma de instruir a los nuevos convertidos en las enseñanzas fundamentales de la fe cristiana. El Credo de los Apóstoles se utiliza en muchas iglesias protestantes y católicas, y es una afirmación de creencias básicas como la creencia en Dios Padre Todopoderoso, en Jesucristo su Hijo y en el Espíritu Santo.

El Credo contiene una serie de declaraciones sobre Dios Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, la Iglesia, los sacramentos, la vida eterna y otros temas centrales de la fe católica. Al recitar el Credo durante la Misa o en la oración personal, los católicos están proclamando su fe y compromiso con la Iglesia y con Dios.

El Credo es una parte importante de la liturgia católica y se recita en la Misa todos los domingos y días de fiesta. También se utiliza en otros momentos de la oración, como en la Liturgia de las Horas y en la oración personal.

Oración del Credo Largo (Credo Niceno Constantinopolitano)

“Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.

Quien por nosotros fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.”

Oración el Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén.

Oraciones a Jesus

11 Oraciones a Jesus

Jesús es nuestro salvador y amigo fiel. Él siempre está ahí para escucharnos, guiarnos y protegernos. Por eso, es importante que le dediquemos tiempo para orar y hablar con Él. Aquí te presentamos algunas de las mejores oraciones a Jesús que puedes rezar como católico:

  1. Oración al Sagrado Corazón de Jesús: Oh Sagrado Corazón de Jesús, confío plenamente en Ti y te doy mi corazón. Que tus llamas de amor me purifiquen y me hagan más semejante a Ti. Que tu misericordia me cubra y me proteja. Jesús, en ti confío y en tus manos me encomiendo. Amén.
  2. Oración a Jesús Nazareno: Jesús Nazareno, te suplico que me ayudes en mi vida diaria. Dame la fuerza y la sabiduría para enfrentar mis desafíos y superar mis obstáculos. Que tu amor me guíe siempre y tu misericordia me cubra. Te entrego mi vida y mi corazón, y te pido que me bendigas y me protejas. Amén.
  3. Oración a Jesús Misericordioso: Jesús Misericordioso, te pido que tengas piedad de mí y de todos los pecadores del mundo. Te suplico que nos perdones nuestros pecados y nos concedas tu amor y tu misericordia. Que tu bondad y tu compasión nos guíen siempre y nos ayuden a vivir de acuerdo con tu voluntad. Jesús, en ti confío y te pido que nos bendigas y nos protejas. Amén.
  4. Oración a Jesús de la Divina Misericordia: Oh Jesús, tú que eres la fuente de la Misericordia Divina, te suplico que derrames tus gracias sobre mí y sobre todo el mundo. Que tu misericordia nos alcance y nos llene de tu amor y tu paz. Te pido que nos libres del mal y nos protejas de todo peligro. Jesús, en ti confío y te alabo y te bendigo por siempre. Amén.
  5. Oración a Jesús Crucificado: Oh Jesús, te suplico que me ayudes a llevar mi cruz y a seguir tus pasos. Que tu sacrificio en la cruz me inspire a ser más humilde y más entregado a los demás. Que tu amor y tu dolor me den fuerza para enfrentar mis sufrimientos y para ofrecerlos en unión con tu sacrificio. Te pido que me des la gracia de vivir según tu voluntad y de amarte y servirte por siempre. Amén.
  6. Oración de la Sangre de Cristo: “Oh, preciosísima Sangre de Jesucristo, que lavasteis los pecados del mundo, salvadnos a nosotros, y sed la salvación y vida del mundo. Amén.”
  7. Oración a Jesús Sacramentado: “Oh Jesús sacramentado, amor mío y Señor mío, creo en ti, espero en ti y te amo. Te adoro con profunda reverencia, te agradezco por tu amor infinito, te pido perdón por mis pecados y te suplico que te quedes conmigo siempre. Amén.”
  8. Oración a Jesús de la Humildad: “Oh Jesús, modelo de humildad, tú que no viniste a ser servido sino a servir, haznos humildes como tú. Ayúdanos a dejar nuestro orgullo y egoísmo, y a amar a nuestros hermanos como tú nos amas a nosotros. Amén.”
  9. Oración a Jesús en su agonía en el huerto de Getsemaní: “Señor Jesús, en tu agonía en el huerto de Getsemaní, experimentaste el dolor y la soledad. Ayúdanos a confiar en ti en nuestros momentos de sufrimiento y a encontrar consuelo en tu amor. Amén.”
  10. Oración a Jesús Resucitado: “Señor Jesús, tú que venciste la muerte y resucitaste de entre los muertos, danos la fuerza para superar nuestros propios miedos y limitaciones. Ayúdanos a vivir en la esperanza de tu resurrección y a compartir tu amor con los demás. Amén.”
  11. Oración a Jesús Buen Pastor: “Señor Jesús, tú que eres el Buen Pastor que guía a tus ovejas a buenos pastos, danos la sabiduría para escuchar tu voz y seguir tus enseñanzas. Ayúdanos a confiar en ti y a sentir tu amor y protección en todo momento. Amén.”

Estas son solo algunas de las muchas oraciones a Jesús que puedes rezar como católico. Recuerda que lo importante es que le hables con sinceridad y confianza, y que le pidas su ayuda y su guía en tu vida diaria. Jesús siempre está ahí para escucharte y para amarte. ¡Que Dios te bendiga!

Salmos de la Mañana

Salmo oracion de la mañana

Comenzar el día enfocados en Dios puede ser una excelente forma de iniciar nuestras actividades con el pie derecho. Una manera de hacerlo es a través de la lectura de los Salmos, los cuales son considerados una de las partes más importantes de la Biblia. Hay varios Salmos que son especialmente adecuados para leer al comienzo del día, ya que nos ayudan a recordar la presencia amorosa y protectora de Dios en nuestras vidas.

Uno de los Salmos más conocidos es el Salmo 23, que comienza con las palabras “El Señor es mi pastor, nada me falta”. Este Salmo nos recuerda que Dios es nuestro guía y protector, que nos cuida como un pastor a sus ovejas. Otra opción es el Salmo 121, que comienza con “Levanto mis ojos a los montes; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?”. Este Salmo nos recuerda que nuestra ayuda viene de Dios, quien es el creador del cielo y la tierra.

El Salmo 118 también es una buena opción para comenzar el día. Este Salmo comienza con “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”, lo que nos recuerda la bondad y la misericordia de Dios hacia nosotros. El Salmo 51 es otro Salmo que podemos leer al comenzar el día. Este Salmo comienza con “Ten piedad de mí, Dios mío, por tu amor; por tu gran compasión borra mi culpa”, lo que nos ayuda a recordar la misericordia y el perdón que Dios nos ofrece.

Oracion de la mañana Salmo 5

El Salmo 5 es una oración de la mañana que se centra en la confianza en Dios y en su protección frente a los enemigos. Es una oración que busca la guía y la dirección divina para comenzar el día con la fuerza y la confianza necesarias.

“Escucha mis palabras, Señor, considera mi gemir, atiende al clamor de mi voz, rey y Dios mío, porque te suplico.

Señor, por la mañana escuchas mi voz, por la mañana te expongo mi causa y me quedo aguardando; tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el arrogante se mantiene en tu presencia.

Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos; al hombre sanguinario y traicionero, lo abomina el Señor.  Pero yo, por tu gran amor, entraré en tu casa, me postraré ante tu templo santo, con todo respeto. Señor, guíame con tu justicia, a causa de mis enemigos, alláname el camino. En su boca no hay sinceridad, su corazón es perverso, su garganta es un sepulcro abierto, adulan con la lengua. Castígalos, Dios, que caigan por sus propios planes; expúlsalos por sus muchos crímenes, porque se rebelan contra ti. Pero que se alegren los que se acogen a ti, por siempre canten jubilosos; protégelos, y en ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, Señor, bendices al justo, como un escudo lo rodea tu favor.”

Otros Salmos de la mañana que puedes añadir a tu lista son:

  1. Salmo 5:3: “Señor, por la mañana escuchas mi voz; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta”. Este salmo es una excelente manera de comenzar el día, pidiéndole a Dios que nos escuche y respondiendo nuestras peticiones.
  2. Salmo 19:2: “Los cielos proclaman la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”. Este salmo nos recuerda la grandeza y majestad de Dios, lo cual nos ayuda a comenzar el día con humildad y gratitud.
  3. Salmo 23:1-3: “El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, hacia fuentes tranquilas me conduce, y conforta mi alma”. Este salmo es un recordatorio de que Dios es nuestro pastor y que nos cuida en todo momento, lo cual nos da la confianza y la paz necesarias para enfrentar el día.
  4. Salmo 118:24: “Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos en él”. Este salmo nos invita a celebrar el día que Dios nos ha regalado, agradecidos por todas las bendiciones que recibimos.

Oracion de la Mañana para Dar Gracias a Dios

Oracion de la Mañana para dar gracias a Dios Catolica

Comenzar el día con una oración de agradecimiento a Dios es una práctica muy valorada en la fe católica. La oración de la mañana nos permite establecer una conexión con nuestro Creador, encomendar nuestro día a Él y agradecer por todas las bendiciones que recibimos.

La oracion a Dios por la mañana es una oportunidad para renovar nuestra fe y confianza en Él, quien nos acompaña en cada momento de nuestras vidas. Si quieres comenzar tu día de manera positiva y fortalecer tu relación con Dios, aquí te compartimos algunas oraciones de la mañana para dar gracias a Dios que pueden ayudarte a conectarte con Él:

Oración de agradecimiento a Dios por la mañana:

Señor Dios, Padre nuestro, te damos gracias por este nuevo día que nos regalas. Te agradecemos por el don de la vida, por la salud, por la familia, por el trabajo y por todas las bendiciones que recibimos de tu mano. Te pedimos que nos guíes y protejas en este día, para que podamos hacer tu voluntad y servir a nuestros hermanos con amor y generosidad. Que tu Espíritu Santo nos acompañe en todo momento y nos conceda la sabiduría y fortaleza necesarias para superar los desafíos que se presenten. Amén.

Oración para dar gracias a Dios por la mañana:

Señor Jesús, te agradecemos por el amor que nos tienes y por el sacrificio que hiciste por nosotros en la cruz. Te pedimos que nos ayudes a vivir este nuevo día en tu presencia y agradecidos por todas las bendiciones que recibimos de tu mano. Que tu Espíritu Santo nos llene de paz, alegría y esperanza, y nos ayude a ser portadores de tu luz y tu amor en nuestro entorno. Que este día sea una oportunidad para amarte más y servirte mejor. Amén.

Oracion catolica de la mañana:

Dios Padre, encomendamos a ti este nuevo día que comienza. Te agradecemos por la oportunidad de seguir adelante y por la fuerza que nos das para enfrentar las dificultades. Te pedimos que nos ilumines con tu sabiduría y nos guíes con tu amor, para que podamos ser fieles a tu voluntad y a los mandamientos de tu Hijo Jesucristo. Que este día sea una oportunidad para crecer en la fe y en el amor a nuestros hermanos, y para dar testimonio de tu presencia en nuestras vidas. Amén.

Oración para darle gracias a Dios por la mañana:

“Señor, en este nuevo día te doy gracias por el don de la vida, por la oportunidad de despertar y ser testigo de tu amor y tu misericordia. Te agradezco por el aliento de vida, por la salud y la fortaleza que me brindas. Gracias por mi familia, mis amigos y todas las personas que has puesto en mi camino. Ayúdame a ser un instrumento de tu paz y de tu amor en todo lo que haga hoy. Te pido que me guíes y me protejas en este nuevo día, y que me des la sabiduría para tomar las decisiones correctas. Amén.”

Recuerda que la oración de la mañana es una práctica personal que debe estar acompañada de la lectura de la Palabra de Dios, la meditación y la reflexión. Al dedicar un tiempo a Dios al inicio de cada día, nos abrimos a su gracia y recibimos su fortaleza para enfrentar los retos que se presentan. Comienza tu día con una oración de agradecimiento a Dios y verás cómo tu vida se transforma en bendición para ti y para los demás.