Queridos hermanos:
Pax vobis! Como ya todos sabrán, en días recientes se han difundido rumores en todo el orbe católico, al parecer bien fundados, sobre la preparación de un nuevo decreto y nuevo episodio en la continua persecución contra la Misa Tradicional y sus feligreses, por parte de ciertos jerarcas de la Iglesia Sinodal, Misericordiosa, de Escucha y Acompañamiento para todos, todos, todos.
Si bien no ha salido a la luz pública el contenido del mismo, parecería que el documento conlleva un lenguaje y restricciones aún más asfixiantes que el motu proprio “Traditiones custodes”, con miras a eliminar por completo la Santa Misa Tradicional de la vida de la Iglesia.
Hacemos antes que nada un llamado a la calma, recordandole que en esta situación, como en cualquier otra en nuestras vidas, debemos recurrir a la oración, penitencia, ayuno, suplicando a Dios Todopoderoso, por intercesión de la Santisima Virgen María, nos libre de nuestros enemigos y se digne escuchar nuestras súplicas para que no seamos privados del tesoro espiritual que es la Santa Misa Tradicional.
A tono con lo anterior, pido a toda la feligresía y sacerdotes amigos, nos unamos a la iniciativa cuyo enlace de internet está abajo, de manera que podamos ofrecer Misas y rosarios por la libertad y preservación de la Santa Misa de Siempre. Pido a todos visiten el enlace y lean detenidamente las instrucciones. Cada cual es libre de ofrecer la escucha (ó celebración si se trata de un sacerdote) de cuantas Misas desee, e igualmente cuantos rosarios desee.
Exhorto a todos los fieles que hagan constar las Misas y rosarios que hayan ofrecido en el enlace abajo.
Que Dios Todopoderoso y la Santisima Virgen María les bendigan y nos sostengan en estos tiempos de tribulacion!
https://www.missaepromissa.com/home
Oración para pedir la Restauración de la Santa Misa Tradicional
Oh, Senor Jesucristo, eterno Sumo Sacerdote e Inmaculado Cordero de Dios, muerto por nosotros y por muchos en el altar del Calvario, y continuamente ofrecido a Vuestro Eterno Padre en la pura oblación de Vuestro Sacrificio Eucarístico, conceded, os imploramos, a través de los méritos y oraciones de vuestros Santos Gregorio Magno, Tomás de Aquino y Pío V, que la Santa Misa Católica, Apostólica y Romana, ratificada, explicada y perpetuada por ellos, pueda ser debidamente restaurada en los altares de Vuestra Iglesia a través de todo el mundo; que una vez más, este majestuoso y perenne Rito pueda ofrecer infinita adoración y homenaje a la Santísima Trinidad, los frutos más abundantes y consuelo y alimento espiritual para los fieles, una defensa inexpugnable y compensación contra el creciente flujo del mal y una terminación segura de la angustia, temor, dudas y profanaciones ocasionadas por su injustificado abandono y sustitución.
Oh, benditos santos de los siglos, que santificasteis y nutristeis vuestras almas con la perenne Misa Romana, y Santos Mártires que vertisteis vuestra Sangre por ella, os suplicamos fervorosamente que no seamos privados de la misma, y que como vosotros, nos comprometamos con la Misa a cualquier costo y hasta el último aliento de nuestra vida.
Sagrada Virgen María, Madre de la Inmaculada Víctima Eucarística, rogad por nosotros, para que podamos valientemente proseguir la rectificación de la actual usurpación del Sacrificio Eucarístico, y conseguir, con vuestra poderosa ayuda maternal, la restauración de nuestra Misa Católica y el Reinado y el orden de la Majestad de vuestro Hijo Jesucristo. Amen.
Sancte Michael Archangele- defende nos prælio: contra nequítiam et insídias diáboli esto præsídium. Impéret illi Deus, súpplices deprecámur; tu que, Princeps milítiæ cæléstis, sátanam aliósque spíritus malígnos, qui ad perditiónem animárum pervagántur in mundo, divína virtúte férnum detrúde. Amen.
San Miguel Arcangel, defiendenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás y a los demás espíritus malignos, que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.