Oración Por un Pecador
Oh, Corazón de Jesús, ¡dame su alma! Haz, oh, ¡Señor!, que la tácita plegaria que incesantemente hacia ti se dirige, que las lágrimas en silencio vertidas, interceda, Corazón de Jesús, por el hermano que murió, aunque no según la naturaleza. Su alma inmortal murió a la vida de la gracia.
¡Piedad, dulce Jesús, piedad!, que esta alma no se pierda para siempre. ¡Con qué sutiles argucias llegó a él el tentador, con el fatal y adulador engaño! Pero mi hermano no habría muerto, Señor, si tú hubieses estado allí. Mas, ay!, el orgullo de su espíritu te hizo alejarte de él, porque olvidó, es más, despreció tu consejo: Sed mansos y humildes de corazón. Por el amor que tu Madre sintió por él, escucha esta mi angustiosa oración. Arráncale de la venganza del tentador.
Sálvale, Señor porque te amó. Por las humillaciones de tu Pasión, por tu muerte en la cruz, pídeme, Señor, lo que quieras, pero dame aquella alma. Por la tierna compasión de tu Corazón a la vista del dolor humano, haz que el corazón que gime ante ti obtenga gracia, y aquella alma sea ganada por tu misericordia. Vuelve a él tu mirada, como a Pedro cuando te negó. Con esa mirada le podrás vencer, porque… Señor, en otro tiempo te amó… –
-S.E. Rafael Merry del Val: